El triángulo Pikler ¿Qué relación tiene con la filosofía Montessori?

Estructura Pikler

El enfoque de Pikler se basa en una relación amable y respetuosa entre el adulto y el  bebé o el niño, a través de íntimos y tiernos momentos de cuidado, respetando el desarrollo motor a su ritmo natural, promoviendo el movimiento libre y el juego ininterrumpido.

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La Dra. Emmi Pikler, pediatra húngara, es conocida por su trabajo en el desarrollo natural de las relaciones y el desarrollo motor basadas en el respeto y el movimiento libre. 

Uno de los principios fundamentales de la pedagogía Pikler, es dejar al niño en libre movimiento todo el tiempo (siempre supervisado por un adulto, claro). Emmi Pikler, desarrolló en el siglo pasado, el siglo XX, una pedagogía basada en dos pilares fundamentales: la necesidad de apego y la necesidad de autonomía.

En el campo de la educación infantil, hay dos mujeres que han contribuido notablemente al cambio de paradigma educativo de la primera infancia, más específicamente en lo relativo al  desarrollo motor: María Montessori y Emmi Pikler.

Ambas mujeres compartieron la vocación por la medicina. Emmi Pikler se especializó en pediatría. Montessori cursó estudios posteriores en otras disciplinas. Esta última sostenía que educar significa ayudar a la vida desde sus inicios, sin embargo implementó su método con niños de entre 3 y 6 años, y no fue hasta la segunda mitad del S. XX que extendió a niños de edades más tempranas, alentada por algunas de sus colaboradoras. 

Más o menos en la misma época, la Dra. Pikler iniciaba su trabajo en el Instituto Loczy, en Budapest, con bebés de pocos meses de nacidos.

En la primera parte de la línea del desarrollo del equilibrio, incluida en el capítulo sobre movimiento del libro: La Mente absorbente del niño, María Montessori expuso de manera general los principales momentos del desarrollo motor grueso; Pikler detalló, complementó y documentó la misma secuencia de habilidades motoras en el libro: Moverse en libertad.

Montessori enfatizó la relación entre el desarrollo del movimiento y la inteligencia, Pikler también concluyó que los beneficios de moverse en libertad, van más allá de los aspectos físicos, ya que permiten a los niños estar alerta y enfocarse mejor, entre otras cosas.

“Ayúdame a hacerlo por mí mismo”  decía Maria Montessori en una de sus frases más conocidas.

 

 

“Intentar enseñar a un niño algo que puede aprender por sí mismo no sólo es inútil, sino también perjudicial” Decía Emmi Pikler

 

Esta pedagogía Pikler, al igual que ocurrió recientemente con Montessori,  se está extendiendo cada vez más pero, ¿sabes ya en qué consiste? 

Hablaremos sobre sus beneficios, para qué sirve y cómo puedes aplicarla en clase o en casa. 

 

¿Un gimnasio dentro de casa?

Alguna vez has visto este gran triángulo de madera. Es conocido como “Triángulo Pikler” y es posible que no sepas qué es. Una estructura estable de madera con peldaños a ambos lados. A esta estructura además se pueden unir rampas y paredes de escalada   ¿Un gimnasio en la jungla para interiores?

La idea detrás de Pikler es capacitar a los niños para que exploren con seguridad lo que su cuerpo es capaz de hacer de manera autónoma e independiente fomentando la curiosidad y la confianza en sí mismos en sus propias capacidades físicas.

El triángulo Pikler está asociado con el método Montessori para el aprendizaje, pero se basa en las observaciones de la Dra. Pikler, quien creía en la crianza respetuosa de los niños, el movimiento libre y el aprendizaje independiente a través del juego.

 

El movimiento libre

¿En qué consiste la necesidad de apego?

La pedagogía Pikler, busca establecer vínculos seguros y de  apego en los niños. Es decir, vínculos afectivos estables, que permitan a los niños centrarse en su desarrollo, y mejorar su autoconfianza. Para ello, debemos respetar su desarrollo natural, respetando su crecimiento y confiando en sus capacidades naturales innatas. Cada niño tiene un ritmo de desarrollo distinto que ha de ser respetado y por eso no es bueno comparar y fijarnos en los que otros niños de la misma edad ya han podido lograr.  Los padres a menudo se agobian cuando observan que su hijo no ha alcanzado un hito (sobre todo en el desarrollo motor) que supuestamente ya correspondería (mantener la cabecita, girar sobre sí mismo, gatear, permanecer sentado, bipedestación…)

La necesidad de autonomía

Este punto se basa en promover y fomentar en el niño el desarrollo de su autonomía.. Esto significa que los adultos tenemos que dejar hacer al niño, permitirle poner a prueba sus capacidades. Nuestro papel es fundamental en el aprendizaje, pero es de acompañante, es algo más pasivo que a lo que estamos acostumbrados. No obstante el adulto se encargará de preparar el entorno para que sea seguro, motivador y atractivo. Que invite al movimiento, a la exploración. Y es que para Pikler el movimiento libre tiene numerosos beneficios en distintos aspectos del desarrollo del niño, desde el físico al psicológico, pasando por el emocional y el socioafectivo.

Beneficios del juego con el triángulo Pikler

  • Mejor conocimiento del propio cuerpo y de sus limitaciones
  • Aumento de la seguridad y la autoconfianza en el niño
  • Mejora de los movimientos, más sincronizados y armoniosos
  • Incremento de la calidad del aprendizaje y el desarrollo emocional y afectivo
  • Mejor maduración cerebral
  • Integración de lo reflejos primitivos
  • Mayor conocimiento del espacio y las posibilidades de desplazamiento

¿Cómo aplicar esta pedagogía en casa o en la escuela?

  1. Deja que aprenda por sí mismo:

Además de prepararles un entorno seguro y atractivo, que fomente el movimiento libre, debemos fijarnos y observar qué progreso hace el niño y qué materiales podemos prepararle para que los supere. Se trata de observar con detenimiento y no intervenir, dejar que el niño aprenda por sí mismo. Para ello podemos preparle actividades y obstáculos que fomenten su aprendizaje: por ejemplo, un triángulo de Pikler con rampa puede suponer un primer reto estupendo para que el niño trabaje la motricidad gruesa y aumente la confianza y seguridad en sí mismo cuando logre alcanzar la cima y superar ese obstáculo.

  1. Evita que los objetos impidan o limiten la libertad de movimiento:

La pedagogía Pikler aboga por no someter a los niños a situaciones donde se vea mermada su libertad de movimiento. Por ejemplo al meterlos en un cochecito, o en un andador. Los andadores no permiten la maduración de la cadera y someten al niño a una postura involuntaria y que en muchas ocasiones se anticipa a la maduración del propio niño llevando en un futuro a problemas posturales. Para conseguir que los niños disfruten aprendiendo y se muevan con facilidad, podemos preparar un espacio libre de peligros y otras distracciones. Para ello necesitaremos suelos cálidos, por ejemplo con alfombras y que además sean espacios seguros, alejados de peligro, donde el niño pueda moverse con soltura y libertad. Si optas por una alfombra ten en cuenta que no debería arrugarse ni deslizarse. Adereza el espacio con cojines, colchonetas y algún juguetito. Recuerda que las alfombras no deben arrugarse, ni deslizarse. 

  1. El apoyo y acompañamiento del adulto es fundamental

Como hemos dicho con anterioridad, la ayuda de los adultos es imprescindible en el aprendizaje. Pero es una ayuda más indirecta. Hablamos del papel fundamental de la observación y la supervisión, dejando aparcada la intervención para que el proceso sea completamente respetado (excepto si se da una situación de peligro real) Así el niño irá adquiriendo mayor confianza y seguridad en las propias capacidades. 

 

Si te apetece implementar esta pedagogía te invitamos a descubrir algunos materiales Pikler para fomentar el movimiento libre en la escuela (y en casa) AQUÍ 

En la escuela nos encanta el triángulo Pikler y te contamos 5 razones para ello. 

¿Por qué necesitaría un triángulo Pikler?

Porque permite practicar a los niños las habilidades de desarrollo motor grueso y los desafíos físicos a su propio ritmo. Los bebés comienzan escalando hacia arriba de los peldaños a medida que logran plantarse y pueden aprender lentamente a trepar por sí mismos.

Con el tiempo puedes complementarlo con piezas adicionales como las rampas, el arco de escalada y el puente.  

Mi bebé ya está trepando por todo el mobiliario de casa. ¿Por qué querría otra pieza escalable más?

Precisamente, jugar con elementos Pikler ayudará a que el niño adquiera y desarrolle la conciencia física necesaria pero con una mayor garantía de seguridad, ya que estos elementos están diseñados para ello, y no la mesa de centro del salón de casa que tantas veces nos vemos obligados a retirar por el peligro que entraña. Así el podrá explorar sus límites motrices con absoluta seguridad. 

Te sorprenderá lo pronto que tu bebé querrá comenzar a jugar con el triángulo Pikler. Podrá empezar a usarlo alrededor de los 6 meses hasta los 6 años.  ¿Conoces algún otro juego o juguete educativo que le pueda durar tanto? Sinceramente, creo que no encontrarás muchos. 

Tentará y experimentará al principio, hasta que descubra cómo subir al primer peldaño. Tú te mantendrás cerca… ¡pero sin cogerle! Como madre sé que este ejercicio puede resultar costoso, pero recuerda que estás ayudando a tu hijo a crecer. Permite que explore sus propios límites en tu presencia, con tu supervisión, pero sin intervención. Mantente cerca. 

Colócalo sobre una alfombra o superficie suave, aleja piezas duras, bordes y cantos. Aparte de esto tu trabajo consistirá en observar, ayudarle si te lo pide y tranquilizarlo si lo necesita. 

Aunque aún no sepa hablar, tu bebé pronto sabrá hacerse entender, y encontrará el modo de avisarte cuando esté listo para escalar o cuando se sienta incómodo o temeroso. 

Y prepárate, el momento en el que descubre cómo subir a la cima es un gran momento para él “Lo logré”.  Los bebés en la escuela suelen reír a carcajadas las primeras veces que logran alcanzar uno de estos retos. Es alegría y asombro en estado puro. Es satisfacción infinita por su propia habilidad.

Pikler también apoya la concentración, la independencia e incluso la fuerza de agarre que se necesitará para acciones futuras. La fuerza de agarre es un desarrollo importante por muchas razones. Del entrenamiento de esa fuerza derivará la capacidad y habilidad de sostener cubiertos para poder alimentarse, colorear y algún día, sostener un lápiz correctamente cuando esté listo para aprender a escribir sus primeras letras. 

Podrás encontrar el triángulo Pikler en distintas medidas y tamaños para ir adaptándolo al crecimiento del niño. En este sentido, el complemento que más interés despierta en ellos cuando han crecido un poquito es el panel de escalada y además ¡es reversible!

 

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¡Gracias por leer!

Si deseas profundizar más en esta pedagogía del movimiento libre del bebé te recomendamos las siguientes libros:

 

Moverse en Libertad      Moverse en Libertad. Emmi Pikler                               Lóczy: una insólita atención personal    Lóczy: Una insólita atención personal

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